Las fiestas más escandalosas del rock

E1 cumpleaños de Keith Moon (baterlsta de  The Who)  

Organizó la fiesta del siglo cuando aún no cumplía la mayoría de edad en esos tiempos: 21 años. Ese día, una torta de cinco pisos voló por la habitación y luego el cumpleañero se lanzó por los pasillos con el extintor de incendios, luego de un salto propio de un chimpancé se agarró a la lámpara, que, lógicamente, no aguantó el peso de la visita. Hubo algún herido, y la estampida de invitados borrachos y chicas desnudas debió de ser memorable. Todo acabó con un coche, dentro de la piscina del hotel aunque que no está claro si había agua o no. El resultado final fue el cumpleañero con un diente roto y 50 mil dólares en desperfectos. 

Led Zeppelin y los tiburones 

La noche era joven y los Zeppelin habían estado festejando toda la noche, entonces decidieron invitar a una groupie llamada jacbie de 17 años, las drogas y el alcohol ya habían hecho efecto en los británicos, tenían un pequeño tiburón y con el esqualido rozaron a la muchacha, al final se mezclo con muchas otras leyendas y queraron drogas y muchímo alcohol por el hotel, además de pedazos de pescado por todos lados. 

Los Stones en la mansión Playboy 

Robert Greenfleld el periodista que acompañaba a la banda a lo largo de todo el tour lo detallaría todo en el libro que escribió llamado Viajando con Los Rolling Stones, describe a sus satánicas majestadas como una jauría que llevaba el caso a donde iba; "se pasaban a las chicas como se pasan los porros", fueron 3 días llenos de furia en los que la banda vivía en la mansión según el reportero en dicho lugar se cumplían todas las fantasías que alguna vez se han pensado, esto sumado a la cantidad de drogas que habían en el lugar, en una ocasión fueron tantos abusos al mismo tiempo que Keith Richards y el saxofonista Bobby Keys prendieron fuego a una habitación y un baño mientras se dopaban.

Freddy Mercury y su Noche de Sábado en Sodoma 

La competencia en ver quién llega más lejos en el mundo del rock es dura, pero Freddie Mercury podría lucir el título de rey del exceso. Y como tal monarca, decidió celebrar el lanzamiento de su disco «jazz» con la mayor fiesta que se hubiera visto en este u otros planetas, eran unos 400 invitados y cada era recibido por un ejercito de enanos vestidos extravagantemente con bandejas en la cabeza repletas de cocaína pura traída de Colombia, así como camareros de ambos sexo enmascarados llevando los bocadillos de langosta y caviar, bailarines sin ropa enjaulados y sirvientes en los baños que cumplían la fantasía sexual de cualquier persona, además de peleas de modelos en baños de hígado crudo, malabaristas, brujas, strippers y todo lo que la imaginación pueda abarcar, al final todo terminó en una orgía que ni los griegos hubieran soñado.